Fortaleza francesa abandonada del castillo de Salses, Salses-le-Château
Fortaleza francesa abandonada
El castillo de Salses es una majestuosa fortaleza francesa abandonada y destino imprescindible para los amantes de la historia y la arquitectura.
Mencionado por primera vez en un documento del año 1047, originalmente pertenecía a los condes del Rosellón, fue durante el reinado de Alfonso II de Aragón que se encargó la fundación de un nuevo pueblo en el sitio de la antigua villa de Salses, otorgándole franquicias y privilegios.
La construcción actual de la fortaleza tuvo lugar entre 1497 y 1503, bajo la dirección del constructor castellano Francisco Ramiro López.
Inspirándose en la tradición de los castillos de Castilla, López incorporó los avances en artillería de la época, diseñando una estructura defensiva capaz de resistir la tecnología artillera del siglo XVI.
El castillo tiene un plano rectangular de 115 x 90 metros, dividido en tres espacios concéntricos y protegido por un foso de 15 metros de ancho y 7 metros de profundidad.
Dentro del recinto de la fortaleza, los visitantes pueden explorar la plaza de armas, la casa del gobernador, la capilla consagrada a San Sebastián, la prisión, las cuadras y el palacio real.
La construcción del nuevo castillo fue ordenada por Fernando el Católico para fortalecer la frontera de Cataluña frente al reino de Francia, después de que el antiguo castillo y la villa fueran devastados y saqueados por tropas francesas.
A lo largo de los siglos, el castillo de Salses desempeñó un papel crucial en los enfrentamientos militares entre Francia y España.
Durante la guerra de los Treinta Años, la guarnición se rindió al ejército de Luis XIII de Francia en 1639. Sin embargo.
Aunque perdió gran parte de su importancia militar con el Tratado de los Pirineos en 1659, en el cual se alejó la frontera francoespañola, el castillo de Salses fue conservado y mejorado por el mariscal Vauban.
Incluso fue utilizado como prisión, albergando a dos cómplices de la famosa marquesa de Brinvilliers.
Durante la Guerra Civil española, el castillo sirvió como refugio y más tarde fue transformado en un polvorín.
Hoy en día, el castillo de Salses abre sus puertas a los visitantes de martes a domingo, de 10 a 18 horas.
Cómo llegar desde Perpiñan.
Cómo llegar desde Girona.
Si ve algún dato que no es correcto le agradeceremos nos lo indique en Contacto.
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Salses
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Fortaleza francesa abandonada
El castillo de Salses es una majestuosa fortaleza francesa abandonada y destino imprescindible para los amantes de la historia y la arquitectura.
Mencionado por primera vez en un documento del año 1047, originalmente pertenecía a los condes del Rosellón, fue durante el reinado de Alfonso II de Aragón que se encargó la fundación de un nuevo pueblo en el sitio de la antigua villa de Salses, otorgándole franquicias y privilegios.
La construcción actual de la fortaleza tuvo lugar entre 1497 y 1503, bajo la dirección del constructor castellano Francisco Ramiro López.
Inspirándose en la tradición de los castillos de Castilla, López incorporó los avances en artillería de la época, diseñando una estructura defensiva capaz de resistir la tecnología artillera del siglo XVI.
El castillo tiene un plano rectangular de 115 x 90 metros, dividido en tres espacios concéntricos y protegido por un foso de 15 metros de ancho y 7 metros de profundidad.
Dentro del recinto de la fortaleza, los visitantes pueden explorar la plaza de armas, la casa del gobernador, la capilla consagrada a San Sebastián, la prisión, las cuadras y el palacio real.
La construcción del nuevo castillo fue ordenada por Fernando el Católico para fortalecer la frontera de Cataluña frente al reino de Francia, después de que el antiguo castillo y la villa fueran devastados y saqueados por tropas francesas.
A lo largo de los siglos, el castillo de Salses desempeñó un papel crucial en los enfrentamientos militares entre Francia y España.
Durante la guerra de los Treinta Años, la guarnición se rindió al ejército de Luis XIII de Francia en 1639. Sin embargo.
Aunque perdió gran parte de su importancia militar con el Tratado de los Pirineos en 1659, en el cual se alejó la frontera francoespañola, el castillo de Salses fue conservado y mejorado por el mariscal Vauban.
Incluso fue utilizado como prisión, albergando a dos cómplices de la famosa marquesa de Brinvilliers.
Durante la Guerra Civil española, el castillo sirvió como refugio y más tarde fue transformado en un polvorín.
Hoy en día, el castillo de Salses abre sus puertas a los visitantes de martes a domingo, de 10 a 18 horas.
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