Mansiónes abandonadas en Murcia, Casa Méndez, Librilla,
La Mansión abandonada, también conocida como Villa Rosalía o Casa Méndez, es un edificio que data de principios del siglo XX y que ha sido objeto de múltiples leyendas locales debido a su belleza y al hecho de encontrarse en estado de abandono.
El edificio, construido por Andrés Méndez, muestra un total de cuatro fachadas y no parecen seguir un orden determinado y jerarquizado por plantas, lo que le da un aire de misterio y encanto.
La construcción de la Mansión ahora abandonada se realizó en los años veinte del siglo pasado, época en la que en la arquitectura se experimentaba con nuevos diseños, mezclando estilos antiguos y modernos, tipologías locales con el uso de nuevos materiales.
Andrés Méndez, el promotor de la construcción, la dejó en herencia a sus seis hijos, entre los que se encontraba José, un pintor y profesor de dibujo que intentó a lo largo de años abordar la rehabilitación de este proyecto tan singular, llegando a pintar algunos murales en las estancias de la vivienda y se proponía convertir la mansión en un museo.
A pesar de los intentos de José Méndez por rehabilitar la Mansión de su padre, el edificio fue cayendo en el abandono con el paso de los años.
A lo largo de años, las autoridades municipales habían discutido con los herederos de la finca la futura adquisición de la misma por parte de la administración pública.
Finalmente, el Consistorio de Librilla ha manifestado su interés en convertir la mansión en sede de actos culturales y en la futura urbanización de la zona, con el fin de dar al barrio de El Lavador una nueva fisonomía en la que se integren las zonas urbanas modernas.
A pesar de encontrarse en estado de abandono, la señorial casona sigue conservando el espíritu clásico que invade toda la construcción, tanto en sus fachadas como en su interior.
A simple vista, el edificio parece un caos de elementos y detalles arquitectónicos dispares, pero si se observa con detenimiento se pueden encontrar elementos como los arcos de medio punto, las molduras, las cornisas, las ventanas con parteluz, etc. que dan muestra de la habilidad y la destreza de los constructores que trabajaron en ella.
Ayuntamiento de Librilla.
Cómo llegar desde Murcia.
Antes de programar una visita sugerimos consultar con el ayuntamiento del lugar.
Si ve algún dato que no es correcto le agradeceremos nos lo indique en Contacto.
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Casa Méndez
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La Mansión abandonada, también conocida como Villa Rosalía o Casa Méndez, es un edificio que data de principios del siglo XX y que ha sido objeto de múltiples leyendas locales debido a su belleza y al hecho de encontrarse en estado de abandono.
El edificio, construido por Andrés Méndez, muestra un total de cuatro fachadas y no parecen seguir un orden determinado y jerarquizado por plantas, lo que le da un aire de misterio y encanto.
La construcción de la Mansión ahora abandonada se realizó en los años veinte del siglo pasado, época en la que en la arquitectura se experimentaba con nuevos diseños, mezclando estilos antiguos y modernos, tipologías locales con el uso de nuevos materiales.
Andrés Méndez, el promotor de la construcción, la dejó en herencia a sus seis hijos, entre los que se encontraba José, un pintor y profesor de dibujo que intentó a lo largo de años abordar la rehabilitación de este proyecto tan singular, llegando a pintar algunos murales en las estancias de la vivienda y se proponía convertir la mansión en un museo.
A pesar de los intentos de José Méndez por rehabilitar la Mansión de su padre, el edificio fue cayendo en el abandono con el paso de los años.
A lo largo de años, las autoridades municipales habían discutido con los herederos de la finca la futura adquisición de la misma por parte de la administración pública.
Finalmente, el Consistorio de Librilla ha manifestado su interés en convertir la mansión en sede de actos culturales y en la futura urbanización de la zona, con el fin de dar al barrio de El Lavador una nueva fisonomía en la que se integren las zonas urbanas modernas.
A pesar de encontrarse en estado de abandono, la señorial casona sigue conservando el espíritu clásico que invade toda la construcción, tanto en sus fachadas como en su interior.
A simple vista, el edificio parece un caos de elementos y detalles arquitectónicos dispares, pero si se observa con detenimiento se pueden encontrar elementos como los arcos de medio punto, las molduras, las cornisas, las ventanas con parteluz, etc. que dan muestra de la habilidad y la destreza de los constructores que trabajaron en ella.
Ayuntamiento de Librilla.
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