Pueblo abandonado de Boñices, Tejado, Soria
Boñices, también conocido como Boñizes, es un pequeño enclave ubicado a casi mil metros de altitud en la comarca de Campo de Gómara, un rincón que nos sumerge en la historia de los despoblados de España.
En el año 1158, Boñices se encuentra ligado al monasterio de Cántabos, un lazo que dejó huella en su devenir histórico y durante la Edad Media, este pueblo formó parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Soria, integrando el Sexmo de Lubia de la meseta castellana.
Con la caída del Antiguo Régimen, Boñices se constituye como un municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja.
En el censo de 1842, contaba con 7 hogares y 30 vecinos, un testimonio de su pasado activo.
En el año 2000, Boñices aún albergaba a 3 habitantes, concentrados en su núcleo principal. Sin embargo, en 2014, este número se redujo a solo 1. El declive demográfico se hace evidente en esta pequeña localidad.
Al igual que otras poblaciones rurales, los habitantes de Boñices se dedicaban principalmente a la agricultura y la ganadería. No obstante, este lugar se destacaba por su producción de yeso en los 4 hornos que poseía. El yeso se intercambiaba por madera, un recurso escaso en la zona.
La iglesia parroquial de Boñices está dedicada a la advocación de San Benito.
Su nave, de planta rectangular, alberga la sacristía y el cementerio. A pesar de su historia, el templo fue vaciado, y sus bienes terminaron almacenados en las dependencias del Obispado y lo que quedaba fue saqueado a finales de abril de 2003, un incidente que dejó un doloroso vacío en la comunidad.
Las festividades en Boñices solían llevarse a cabo el 21 y 22 de marzo, momentos de unión y alegría para sus habitantes.
A partir de los años 50, Boñices disfrutó del acceso a la luz eléctrica, y en los años 60 obtuvo el suministro de agua potable.
Antes de esto, las mujeres del pueblo debían recorrer 2 kilómetros en busca de este recurso vital. El pueblo contaba con una escuela de instrucción primaria en la que se formaban 10 alumnos, un reflejo del compromiso con la educación de sus jóvenes.
Ermita de San Saturio.
En las proximidades de Boñices, varios arroyos de cauce irregular fluyen hacia el río Rituerto, ofreciendo una vista hermosa de la naturaleza circundante.
No se puede dejar de mencionar la ermita de San Bartolomé y la de San Saturio, lugares que añaden un toque de espiritualidad y belleza al entorno de Boñices.
Ayuntamiento de Tejado.
Cómo llegar desde Soria.
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Descubre el pueblo abandonado que tuvo una comunidad hippie.