Pueblos abandonados en Aragón, Griebal, Ainsa Sobrarbe
Pueblo abandonado en Aragón
Griébal es uno de los pueblos abandonados que podemos encontrar en la provincia de Huesca, se encuentra situado en la ladera suroeste de la sierra de Gerbe, a una altitud de 726 metros sobre el nivel del mar, y está rodeado por el río La Nata.
Una de las principales atracciones de Griébal son sus dos iglesias, la antigua y la nueva. La antigua iglesia, del siglo XVI, se encuentra alejada del pueblo y de ella se conserva la bóveda románica del siglo XI.
La nueva iglesia es del siglo XVIII y se encuentra en el centro del casco urbano, ambas iglesias son una muestra de la riqueza patrimonial que poseía este pequeño pueblo.
Los primeros datos documentados que se conocen acerca de la historia de Griébal datan del siglo XII, aunque excavaciones recientes en las ruinas fortificadas que coronan el monte pueden retrasar su origen en más de un siglo.
En el año 1857, este pueblo contaba con 48 habitantes distribuidos en 6 casas. Sin embargo, hoy en día solo se pueden encontrar ruinas de tres casas.
En el año 1990, Griébal fue cedido por la Confederación Hidrográfica del Ebro a la asociación Scouts de Aragón para que pudieran hacer uso del antiguo núcleo urbano y sus alrededores.
Desde entonces, se han llevado a cabo diversas tareas de recuperación y restauración con el objetivo de preservar el patrimonio histórico y cultural de este pueblo abandonado.
Si bien es cierto que Griébal puede parecer un lugar desolado y solitario, su situación en un entorno natural privilegiado hace que sea un lugar de visita obligada para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad y el hecho de que se estén llevando a cabo tareas de restauración y recuperación hacen que Griébal sea un lugar lleno de vida, pese a su aparente abandono.
FOTO.
Ayuntamiento de Ainsa-Sobrarbe.
Antes de programar una visita sugerimos consultar con el ayuntamiento del lugar.
Si ve algún dato que no es correcto le agradeceremos nos lo indique en Contacto.
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Griebal
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Pueblo abandonado en Aragón
Griébal es uno de los pueblos abandonados que podemos encontrar en la provincia de Huesca, se encuentra situado en la ladera suroeste de la sierra de Gerbe, a una altitud de 726 metros sobre el nivel del mar, y está rodeado por el río La Nata.
Una de las principales atracciones de Griébal son sus dos iglesias, la antigua y la nueva. La antigua iglesia, del siglo XVI, se encuentra alejada del pueblo y de ella se conserva la bóveda románica del siglo XI.
La nueva iglesia es del siglo XVIII y se encuentra en el centro del casco urbano, ambas iglesias son una muestra de la riqueza patrimonial que poseía este pequeño pueblo.
Los primeros datos documentados que se conocen acerca de la historia de Griébal datan del siglo XII, aunque excavaciones recientes en las ruinas fortificadas que coronan el monte pueden retrasar su origen en más de un siglo.
En el año 1857, este pueblo contaba con 48 habitantes distribuidos en 6 casas. Sin embargo, hoy en día solo se pueden encontrar ruinas de tres casas.
En el año 1990, Griébal fue cedido por la Confederación Hidrográfica del Ebro a la asociación Scouts de Aragón para que pudieran hacer uso del antiguo núcleo urbano y sus alrededores.
Desde entonces, se han llevado a cabo diversas tareas de recuperación y restauración con el objetivo de preservar el patrimonio histórico y cultural de este pueblo abandonado.
Si bien es cierto que Griébal puede parecer un lugar desolado y solitario, su situación en un entorno natural privilegiado hace que sea un lugar de visita obligada para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad y el hecho de que se estén llevando a cabo tareas de restauración y recuperación hacen que Griébal sea un lugar lleno de vida, pese a su aparente abandono.
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Ayuntamiento de Ainsa-Sobrarbe.
Antes de programar una visita sugerimos consultar con el ayuntamiento del lugar.
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