La tragedia del pueblo fantasma de Ribadelago Viejo, Zamora
El pueblo de Ribadelago (ahora denominado Ribadelago Viejo), quedó grabado en la memoria colectiva de España tras el trágico suceso ocurrido el 9 de enero de 1959.
Al amanecer de ese fatídico día, el tranquilo pueblo contaba con 532 habitantes, pero al finalizar la jornada, 144 personas habían perdido la vida debido a la devastadora inundación que ocurrió tras la rotura de la presa de Vega de Tera.
La tragedia comenzó cuando una sección de más de 150 metros del muro de contención de la presa colapsó, liberando aproximadamente 8 millones de metros cúbicos de agua embalsada, la riada alcanzó rápidamente el pueblo, ubicado a ocho kilómetros río abajo, dejando a los vecinos sin apenas tiempo para reaccionar.
El estruendo de la ruptura y el torrente de agua posterior devastaron muchas edificaciones, y solo se logró recuperar 28 de los 144 cuerpos.
Iniciada la investigación del desastre se concluyó que se debió a graves deficiencias estructurales ocasionadas por una mala construcción, según testimonios de trabajadores del embalse.
La empresa responsable de las obras, "Hidroeléctrica Moncabril" que más tarde fue absorbida por Unión Fenosa, fue condenada en un juicio en 1963 a pagar una indemnización significativa.
Los responsables directos de las obras, incluido el director gerente de la empresa, ingenieros y peritos, recibieron condenas de un año de prisión menor por imprudencia temeraria. No obstante, posteriormente fueron absueltos o indultados por el Estado tras apelaciones.
La magnitud de la tragedia en vidas humanas, bienes y ganado fue abrumadora, generando una rápida respuesta solidaria con donativos que ascendieron a 12 millones de pesetas y un millón más recaudado en un partido benéfico de fútbol que enfrentó a una selección de jugadores del Real Madrid y del Atlético de Madrid contra el Fortuna de Dusseldorf.
Posteriormente, el dictador Franco encomendó la reconstrucción a su Ministerio de Vivienda, que optó por construir un nuevo pueblo aguas abajo, siguiendo el modelo de repoblación del Plan Badajoz, y que inicialmente se llamó Ribadelago de Franco.
Este nuevo asentamiento, situado a un kilómetro al sureste del antiguo pueblo arrasado, fue destinado a realojar a los supervivientes que habían perdido sus hogares, en contraste, la presa quedó abandonada, manteniéndose hoy en un estado similar al del día del desastre. 
Restos de la presa del embalse de la vega de Tera.
En la actualidad, es posible ascender hasta la presa rota para constatar la pésima calidad de la mampostería utilizada en los muros de contención y observar el inmenso hueco que se formó.
También se pueden visitar las ruinas del antiguo pueblo, donde se pueden apreciar parte de los muros de la iglesia y algunas casas semiderruidas, dejando un testimonio sombrío de aquel trágico episodio en la historia de Ribadelago.
Ayuntamiento de Ribadelago Nuevo.
Cómo llegar desde Zamora.
Antes de programar una visita sugerimos consultar con el ayuntamiento del lugar.
Si ve algún dato que no es correcto le agradeceremos nos lo indique en Contacto.
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Incidentes en un pueblo fantasmas de Castilla La Mancha.
Ribadelago
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El pueblo de Ribadelago (ahora denominado Ribadelago Viejo), quedó grabado en la memoria colectiva de España tras el trágico suceso ocurrido el 9 de enero de 1959.
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La tragedia comenzó cuando una sección de más de 150 metros del muro de contención de la presa colapsó, liberando aproximadamente 8 millones de metros cúbicos de agua embalsada, la riada alcanzó rápidamente el pueblo, ubicado a ocho kilómetros río abajo, dejando a los vecinos sin apenas tiempo para reaccionar.
El estruendo de la ruptura y el torrente de agua posterior devastaron muchas edificaciones, y solo se logró recuperar 28 de los 144 cuerpos.
Iniciada la investigación del desastre se concluyó que se debió a graves deficiencias estructurales ocasionadas por una mala construcción, según testimonios de trabajadores del embalse.
La empresa responsable de las obras, "Hidroeléctrica Moncabril" que más tarde fue absorbida por Unión Fenosa, fue condenada en un juicio en 1963 a pagar una indemnización significativa.
Los responsables directos de las obras, incluido el director gerente de la empresa, ingenieros y peritos, recibieron condenas de un año de prisión menor por imprudencia temeraria. No obstante, posteriormente fueron absueltos o indultados por el Estado tras apelaciones.
La magnitud de la tragedia en vidas humanas, bienes y ganado fue abrumadora, generando una rápida respuesta solidaria con donativos que ascendieron a 12 millones de pesetas y un millón más recaudado en un partido benéfico de fútbol que enfrentó a una selección de jugadores del Real Madrid y del Atlético de Madrid contra el Fortuna de Dusseldorf.
Posteriormente, el dictador Franco encomendó la reconstrucción a su Ministerio de Vivienda, que optó por construir un nuevo pueblo aguas abajo, siguiendo el modelo de repoblación del Plan Badajoz, y que inicialmente se llamó Ribadelago de Franco.
Este nuevo asentamiento, situado a un kilómetro al sureste del antiguo pueblo arrasado, fue destinado a realojar a los supervivientes que habían perdido sus hogares, en contraste, la presa quedó abandonada, manteniéndose hoy en un estado similar al del día del desastre.
Restos de la presa del embalse de la vega de Tera.
En la actualidad, es posible ascender hasta la presa rota para constatar la pésima calidad de la mampostería utilizada en los muros de contención y observar el inmenso hueco que se formó.
También se pueden visitar las ruinas del antiguo pueblo, donde se pueden apreciar parte de los muros de la iglesia y algunas casas semiderruidas, dejando un testimonio sombrío de aquel trágico episodio en la historia de Ribadelago.
Ayuntamiento de Ribadelago Nuevo.
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Antes de programar una visita sugerimos consultar con el ayuntamiento del lugar.
Si ve algún dato que no es correcto le agradeceremos nos lo indique en Contacto.
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