Mina de hierro abandonada de La Jayona, Badajoz
En las entrañas de la Sierra de La Jayona yace un testimonio silencioso de la historia minera: la mina de hierro abandonada de La Jayona.
Este enclave, con sus raíces que se remontan a la época romana, fue testigo de distintas fases de explotación hasta su cierre definitivo y abandono en 1921.
El coto minero, inicialmente propiedad del Marqués de Bogaraya, cambió de manos cuando fue vendido a la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya.
La explotación no estuvo exenta de controversias, caracterizándose por fraudes en la declaración de la cantidad y calidad del hierro extraído, con intervenciones gubernamentales para resolver disputas.
Durante la Primera Guerra Mundial, la mina experimentó un auge económico, pero la disminución de la demanda y los conflictos sociales posteriores llevaron a su abandono.
Tras su cierre, la mina quedó en el olvido, convirtiéndose en pastizal para el ganado local, hasta que a finales del siglo XX, experimentó una resurrección, primero de forma espontánea y luego como destino turístico.
La ladera, marcada por escombreras rojizas, se eleva sobre el verde mediterráneo, revelando los vestigios de una era pasada más próspera. Entre estas escombreras, se esconden cargaderos y ruinas mineras que sirven como testigos de ese pasado.
El legado más imponente de la explotación es el hueco excavado para extraer el mineral.
Con más de 700 metros de longitud y 50 metros de profundidad, este vacío revela las profundidades de la tierra, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar cuatro de los 11 niveles dejados por la explotación.
Reconociendo su valor histórico y natural, esta mina fue declarada monumento natural en 1997.
La entrada tiene un costo de 5 euros. (2023)
Ayuntamiento de La Jayona.
Como llegar desde Badajoz.
Antes de programar una visita sugerimos consultar con el ayuntamiento del lugar.
Si ve algún dato que no es correcto le agradeceremos nos lo indique en Contacto.
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Conoce en Cataluña las minas de calaita explotadas desde hace 5500 años.
La Jayona
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Este enclave, con sus raíces que se remontan a la época romana, fue testigo de distintas fases de explotación hasta su cierre definitivo y abandono en 1921.
El coto minero, inicialmente propiedad del Marqués de Bogaraya, cambió de manos cuando fue vendido a la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya.
La explotación no estuvo exenta de controversias, caracterizándose por fraudes en la declaración de la cantidad y calidad del hierro extraído, con intervenciones gubernamentales para resolver disputas.
Durante la Primera Guerra Mundial, la mina experimentó un auge económico, pero la disminución de la demanda y los conflictos sociales posteriores llevaron a su abandono.
Tras su cierre, la mina quedó en el olvido, convirtiéndose en pastizal para el ganado local, hasta que a finales del siglo XX, experimentó una resurrección, primero de forma espontánea y luego como destino turístico.
La ladera, marcada por escombreras rojizas, se eleva sobre el verde mediterráneo, revelando los vestigios de una era pasada más próspera. Entre estas escombreras, se esconden cargaderos y ruinas mineras que sirven como testigos de ese pasado.
El legado más imponente de la explotación es el hueco excavado para extraer el mineral.
Con más de 700 metros de longitud y 50 metros de profundidad, este vacío revela las profundidades de la tierra, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar cuatro de los 11 niveles dejados por la explotación.
Reconociendo su valor histórico y natural, esta mina fue declarada monumento natural en 1997.
La entrada tiene un costo de 5 euros. (2023)
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Antes de programar una visita sugerimos consultar con el ayuntamiento del lugar.
Si ve algún dato que no es correcto le agradeceremos nos lo indique en Contacto.
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