

El castillo perteneció a conde de Ampurias: Ponce I, quien había instalado el archivo diplomático del condado en este castillo, lo legó a sus hijos Hugo y Berenguer en su testamento de 1078.
Un ejército francés al servicio de Jaime II de Mallorca lo ocupó en 1288
Según el historiador Joan Badia Homs, el nombre "Quermançó" proviene de "Quermansiones", compuesto por la palabra ibérica "quer" (piedra) y la latina "mansione" (puestos de parada y hostales en rutas romanas).
La torre del homenaje, situada en el suroeste del castillo, fue construida en el s. XV y servía más para defensa y vigilancia que para ceremonias de homenaje. Actualmente, mide unos seis metros de alto y tiene dimensiones de 9,60m por 7,80m.
Originalmente, tenía dos pisos y dos habitaciones separadas por un muro. En las paredes se observan agujeros que sostenían vigas del piso superior y restos de bóvedas construidas por tropas napoleónicas que la encontraron en mal estado.
Con una superficie de 112,5 m2, se atribuyó a esta sala la función de capilla dedicada a San Pedro de Quermançó, documentada en el s. XIII). Sin embargo, las dimensiones descartan esta función. Aquí se hallaron cerraduras de la muralla original del s. X y muros perimetrales que datan de las reformas del s. XV al s. XIX. Las tropas napoleónicas realizaron reformas visibles en las baldosas. La sala pasó de tener dos plantas a una sola con un sótano accesible por el pasillo oeste, usado desde el s. XV.
Este espacio, en el punto más elevado del castillo, ha sido objeto de sondeos arqueológicos que revelaron enterramientos de un adulto y un niño del s. XV. La causa de estas inhumaciones es desconocida.
También hay una cisterna de la cual se desconoce la estructura superior que recogía el agua. En este sector se planeaba construir el "Órgano de la Tramuntana", un proyecto de Salvador Dalí que no se realizó por trabas burocráticas.
De aproximadamente 350m2, esta sala no ha sido excavada. Construida durante el s. XV, tiene paredes gruesas y bien cimentadas.
En las paredes sur y norte se adivina el arranque de cinco arcos, indicando un posible gran salón con techo alto. La pared sur es compleja, compuesta por muros diversos y múltiples reformas, siendo la muralla norte original del s. X.
Entrada al castillo.
Ambas torres, de planta circular y ataluzadas, probablemente datan del bajo medieval. La torre más alejada podría haber tenido un paso subterráneo conectando con el castillo medieval.
La torre más cercana fue seccionada por ser un obstáculo en la defensa durante la última ocupación del castillo, lo que sugiere que pudo estar anexionada al castillo y facilitaba el acceso del enemigo a la fortaleza si se ocupaba.
Hay que tener en cuenta que la fortificación es practicamente inaccesible por dos de sus lados y con pendientes acentuadas por los demás, por lo que es recomendable llevar equipamiento adecuado y tener muy buen estado físico para acceder a la cima.
El castillo es bién de interés cultural desde 1988.
Ayuntamiento de Vilajuiga.
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Conoce en Girona el castillo destruido durante la guerra civil catalana.