

Esta fortaleza fue edificada sobre una colina a 650 m de altura en lo que ahora es el Parque Natural del Montseny, data del año 1002.
En su interior había una pequeña capilla pre-románica con un ábside y restos de haber tenido pinturas murales, estaba bajo la advocación de San Pedro.
Esta fortaleza era la residencia de los vizcondes de Cabrera, en la que se vivieron épocas de gran esplendor cuando dichos señores poseían grandes extensiones de tierras y castillos, los que iban aumentando gracias a su fidelidad al rey Pedro IV de Aragón.
En el año 1240 tuvieron lugar tormentas e inundaciones y un rayo alcanzó la torre más alta de la fortaleza partiéndola por la mitad.
A partir del siglo XV entra en decadencia por el traslado de residencia de la familia al castillo de Blanes.
Entre los años 1566 y 1574, por las grandes deudas acumuladas por los Cabrera hace que se vean obligados a venderlo a Francesc de Montcada, conde de Aitana, pasando a distintas familias hasta que en 1757 es de los duques de Medinaceli.
Fue ocupado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia Española entre los años 1808/1814 y más tarde también lo ocuparon los militares en la Primera Guerra Carlista.