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Fortificaciones españolas: Castillo de Pelegrina, Siguenza, Guadalajara
El Castillo de Pelegrina es una de las más notables fortificaciones españolas, fue construido entre los siglos XII y XIII sobre un imponente cerro que domina el valle del río Dulce, en la provincia de Guadalajara.
Este castillo es un ejemplo emblemático de la arquitectura militar medieval, representando el esfuerzo por consolidar el control cristiano tras la reconquista de la comarca de Sigüenza.
La estructura del castillo es de planta alargada, con una longitud aproximada de veinticinco metros.
Sus muros, que alcanzan los ocho metros de altura y tienen un espesor de medio metro, estaban diseñados para resistir los ataques enemigos.
Rodeando la fortaleza, se encuentran varios torreones cilíndricos, lo que refuerza su carácter defensivo.
En el lado norte del castillo, se erige la torre del homenaje, una estructura cuadrada que originalmente tenía dos pisos, simbolizando el poder y la autoridad de sus señores.
El origen de Pelegrina se remonta a la donación del lugar por parte del rey Alfonso VII al obispado de Sigüenza en 1124, después de la conquista cristiana de la comarca.
Esta concesión fue clave para consolidar la presencia cristiana en la región y, sobre todo, para reforzar las defensas ante la proximidad de la frontera entre los reinos cristianos y los musulmanes.
A finales del siglo XII, el obispado decidió la construcción de un castillo en Pelegrina, que debía ser lo suficientemente fuerte como para resistir posibles ataques, dada la cercanía con la frontera andalusí.
Alrededor de la fortaleza principal, se levantó una barbacana, una estructura defensiva exterior que añadía una capa adicional de protección.
El interior del castillo albergaba un patio con un aljibe, lo que aseguraba el suministro de agua en caso de asedio y estaba rodeado por estancias distribuidas en dos pisos.
En 1710, durante la Guerra de Sucesión Española, fue incendiado y destruido, aunque posteriormente se reconstruyó.
Un siglo después, durante la Guerra de la Independencia, se convirtió en escenario de enfrentamientos entre las tropas napoleónicas y las guerrillas españolas lideradas por El Empecinado.
En 1811, antes de retirarse, las tropas napoleónicas destruyeron el castillo, dejándolo en ruinas.
Vista lateral del castillo.
A pesar de su estado actual, el Castillo de Pelegrina ha sido declarado Bien de Interés Cultural, lo que resalta su valor histórico y arquitectónico dentro del patrimonio de las fortificaciones españolas.
En la misma comarca de Sigüenza, se puede visitar el castillo de Sigüenza, otro importante bastión medieval, que actualmente es sede de la organización cultural Nueva Acrópolis.
Ayuntamiento de La Pelegrina.
Cómo llegar desde Guadalajara.