Fortaleza militar en Aragón, fuerte de Coll de Ladrones, Canfranc, Huesca
Organizar turismo aventura
El Fuerte de Coll de Ladrones es un imponente fuerte fusilero del siglo XIX que se erige majestuosamente sobre peñascos a 1351 metros de altitud.
Este histórico fuerte, situado en un terreno montañoso, es un destino perfecto para aquellos que deseen organizar turismo aventura en la zona.
Construido para cerrar el paso del valle de Canfranc hacia la frontera francesa, el Fuerte de Coll de Ladrones es un magnífico ejemplo de arquitectura militar adaptada a un entorno montañoso.
Sus dos edificios destacan con su revestimiento de piedra del país, uno de ellos albergaba las instalaciones para la tropa, con dos naves y dos pisos, mientras que el otro, más soleado, estaba destinado a oficiales, oficinas y una enfermería, destacando por su elegante escalera.
Una galería aspillerada espectacular, abierta en la roca, desciende hasta una batería situada sobre el río, brindando una posición estratégica desde la cual se puede controlar directamente la carretera.
La roca misma forma parte integral del sistema defensivo, con una importancia igual o incluso mayor que los muros del fuerte.
Como complemento al fuerte, se erigió la Torreta de los Fusileros, ubicada junto a la carretera valle abajo.
Este conjunto defensivo fue utilizado para salvaguardar el Valle de Canfranc, ya que durante el siglo XIX el gobierno español estaba preocupado por su defensa, especialmente tras los acontecimientos de la Guerra de la Independencia.
A lo largo de su historia, el Fuerte de Coll de Ladrones también cumplió la función de puesto de vigilancia para combatir el contrabando en la región, ya que con su imponente presencia y su ubicación estratégica lo convierten en un testimonio fascinante de la historia de la zona.
En octubre de 1990, el Ministerio de Defensa español subastó el edificio y fue adquirido por una empresa privada.
Recientemente el fuerte ha sido reabierto al público con fines turísticos, permitiendo a los visitantes explorar su historia y disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece desde su posición elevada.
Ayuntamiento de Canfranc.
Cómo llegar desde Zaragoza.
Antes de programar una visita sugerimos consultar con el ayuntamiento del lugar.
Si ve algún dato que no es correcto le agradeceremos nos lo indique en Contacto.
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Comentario enviado por usuario de Canfranc.
*** Buenos días.
Agradecerle su artículo sobre el fuerte Coll de Ladrones. Con ánimo de mejora le informo que en estos momentos no tenemos constancia en la oficina de turismo que haya sido reabierto con fines turísticos.
Como actualmente es propiedad privada desconocemos los planes de los propietarios a corto plazo.
Coll de Ladrones
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El Fuerte de Coll de Ladrones es un imponente fuerte fusilero del siglo XIX que se erige majestuosamente sobre peñascos a 1351 metros de altitud.
Este histórico fuerte, situado en un terreno montañoso, es un destino perfecto para aquellos que deseen organizar turismo aventura en la zona.
Construido para cerrar el paso del valle de Canfranc hacia la frontera francesa, el Fuerte de Coll de Ladrones es un magnífico ejemplo de arquitectura militar adaptada a un entorno montañoso.
Sus dos edificios destacan con su revestimiento de piedra del país, uno de ellos albergaba las instalaciones para la tropa, con dos naves y dos pisos, mientras que el otro, más soleado, estaba destinado a oficiales, oficinas y una enfermería, destacando por su elegante escalera.
Una galería aspillerada espectacular, abierta en la roca, desciende hasta una batería situada sobre el río, brindando una posición estratégica desde la cual se puede controlar directamente la carretera.
La roca misma forma parte integral del sistema defensivo, con una importancia igual o incluso mayor que los muros del fuerte.
Como complemento al fuerte, se erigió la Torreta de los Fusileros, ubicada junto a la carretera valle abajo.
Este conjunto defensivo fue utilizado para salvaguardar el Valle de Canfranc, ya que durante el siglo XIX el gobierno español estaba preocupado por su defensa, especialmente tras los acontecimientos de la Guerra de la Independencia.
A lo largo de su historia, el Fuerte de Coll de Ladrones también cumplió la función de puesto de vigilancia para combatir el contrabando en la región, ya que con su imponente presencia y su ubicación estratégica lo convierten en un testimonio fascinante de la historia de la zona.
En octubre de 1990, el Ministerio de Defensa español subastó el edificio y fue adquirido por una empresa privada.
Recientemente el fuerte ha sido reabierto al público con fines turísticos, permitiendo a los visitantes explorar su historia y disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece desde su posición elevada.
Ayuntamiento de Canfranc.
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Antes de programar una visita sugerimos consultar con el ayuntamiento del lugar.
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Como actualmente es propiedad privada desconocemos los planes de los propietarios a corto plazo.